También jugó con la idea de dejar ciertos episodios a la imaginación del lector, como el «Incidente de los fideos» o el contenido del libro El Hámster Ganster y su Gallina de Plastilina (Hámster Huey and the Gooey Kablooie) que Calvin quería que su padre le leyera cada noche. Según Watterson, camisetas futbol niño los lectores hubieran sido mucho más imaginativos y morbosos que él a la hora de describir estos episodios. Era muy cuidadoso con el uso del color, cavilando durante largo tiempo en los colores exactos que usaría en la tira dominical.