La final sirvió de fondo a la tragedia de Hillsborough sufrida un mes antes que supuso la muerte de 96 aficionados del Liverpool y que sumió a la ciudad en el dolor. Uruguay inició su participación ante el local Ecuador, ganando por goleada 4 a 0. En la segunda jornada derrotó a Brasil (que por entonces era campeón del mundo) por 3 a 0. Para el siguiente partido, se enfrentó a Argentina, derrotándola por 5 a 0, siendo la victoria más abultada de Uruguay frente a Argentina.